OIR PARA VER LA PROMESA

                                         OIR PARA VER LA PROMESA

Hubo discusión entre los pastores de Abram y Lot por lo que sabiamente Abram le propone a Lot se aparte de él.

Habían crecido en posesiones y la tierra que compartían no era suficiente ocasionando esto, disputa entre los que cuidaban el rebaño.

Lot levantó su mirada y vio toda la llanura del Jordán, verde, productiva, de riego, como el huerto de Jehová en consecuencia decidió por ese lugar.

Cuando Abram queda solo, ya Lot se había separado de él, Dios le habla. Dios le asigna su bendición, su tierra, su herencia para él y sus generaciones. Es necesario más de una vez que Dios nos aparte de lo que no nos suma al propósito, a nuestro crecimiento en Cristo sacando como en esta historia , a Lot, para que Abram pudiera ver la tierra y que Dios le entregaba gobierno sobre la misma.

Abram elige decidir después que Lot y pienso que  Abram sabía que Dios tenía reservada para él la mejor porción, por que él  ya tenía promesa de Dios en sus manos. (Génesis 12).

Más de una vez decidimos por lo que vemos sin consultar o preguntar a Dios, o buscar consejo llevándonos estos apresuramientos a adversidades y luchas que podemos pensar que es propósito pero son consecuencias de decidir sin la voz de Dios, como Lot que se extendió y puso sus tiendas hasta Sodoma. Que iba a imaginar Lot que detrás de la llanura, de eso como huerto a sus ojos, estaba Sodoma y todo lo que eso provocaría.

Abram salió de su comodidad y  de estar estrecho. Levántate le dice el Señor, que accione, que se mueva, "que marque territorio" en una palabra.

La voz de Dios trae bendición completa, de las cuatro direcciones, Norte, Sur, Occidente y Oriente sobre la generación de Abram. Bendición que es eterna y alcanzable.

Cuando somos guiados por la voz de Dios por más que surjan dificultades Dios mismo abrirá camino. Decidir por lo que vemos nos lleva a lo pasajero, a lo que no permanece. Cuando esperamos oír, Dios habla y nos entrega sobreabundancia de él.

Abram oyó la voz de Dios y vio su herencia generacional, lo eterno, lo que no se echa a perder que no es corrompido  por la polilla ni el orín.(Mateo 6.19)

Oír a Dios , consultar, preguntarle, buscar su rostro, desear oírle es el diseño para no decidir de acuerdo a nuestros propios deseos y ser engañados por nuestro corazón. (Jeremías 17.9)

15 Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre. 16 Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada. 17 Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré.

Génesis 13

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