NOS AMÓ PRIMERO

                                                          NOS AMÓ PRIMERO

Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.

 1 Juan 4.18

Cuando nos hacemos conscientes en nuestra vida  de esta verdad que Dios nos amó primero todas nuestras percepciones de rechazo cambian o pensamientos erróneos en cuanto a sentirnos rechazados por Dios o las personas por no cumplir ciertos "demandas" o "exigencias" que nosotros mismos nos ponemos como sacrificio para ser aceptados por nuestro Padre Eterno. Nos llenamos de culpa, castigos a nosotros mismos, porque no nos permitimos equivocarnos por ese temor a ser rechazados y no aceptados por Dios o por el hombre.

Si nos amó primero, también nos escogió primero, él nos eligió, él nos apartó para él, para pasar juntos una eternidad en él, para una vida santa y digna  pero Dios comprende en su amor nuestros errores que nos suceden en este aprender a caminar con él, en él.

Nos amó primero y luego nos formó. Nos amó y luego nos apartó. Nos amó y luego nos puso en los vientres de nuestras madres.

Nos amó y ese amor es presente, no deja de ser, es. El amor de Dios no se vence, no se gasta, no se agota y como dice su palabra nada nos separa de su amor.

Gastamos nuestras vidas en ansiedades y angustias buscando aceptación de Dios y caemos en el activismo de hacer y hacer para agradar a Dios y en consecuencia al hombre que es referente de él.

Está escrito que no amó primero , y pensaba que nos amó  antes de "nuestro hacer y hacer", antes de "servirle" de "orar" "cantar" "danzar" "predicar " y demás por lo que no hay nada que podamos hacer para ganarnos más favor de Dios.  Dice en Efesios 1.6 que fuimos aceptos en Jesús, que fuimos bien recibidos, revestidos de un honor especial de gracia por lo que ya no necesitamos hacer sacrificios para ser aceptados por Dios, el sacrificio se hizo en la cruz.

En esta búsqueda de agradarle levantamos defensas, nos cubrimos de muros que no dejan Dios profundice nuestra vida por ese miedo que si nos presentamos tal cual somos, seremos rechazados, claro que esta dinámica también sucede en el relacionamiento diario.

Dios en su amor desea le conozcamos más aún y podamos confiarle a él todo lo que nos pasa . sobre todo lo que entristece nuestra alma. Dios anhela te detengas, como le dijo Jesús a Marta, y pases tiempo con él.

Nuestro hacer es consecuencia de ser, de lo que somos en él, de como va formándose el templo de su Espíritu en nosotros, como se edifica la fe del Hijo en nosotros como crece Cristo en nuestras vidas., y eso va definiendo nuestro hacer en él.

Nos amó primero, fuimos aceptados en él se trata de pausar, aquietar nuestra alma y tomarnos tiempo para estar a solas con Dios, sin sacrificio, sin ansiedad por agradarle y sin miedo a ser rechazados.

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Gloria Cena Abuter | Facebook