NO TE DETENGAS

 

                                                           NO TE DETENGAS

Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,

Hebreos 12:1 

Somos guardianes de nuestras generaciones, somos puertas abiertas o cerradas para que conozcan al Señor

El silencio en nuestros labios es el arma de las tinieblas para no dejar prospere la obra de Dios en nuestros hijos, nietos y los que vendrán.

Hay etapas difíciles y se nos hace casi imposible seguir creyendo, alabando, predicando e intercediendo por los nuestros pero es cuando debemos obligarnos a permanecer en la Roca Eterna para de allí asir nuestras generaciones a través de  nuestro testimonio, de vernos leer la biblia, orar, cantar a Dios y tanto más.

No esperemos estar frente a multitudes para activarnos  en oración y expandir la palabra de Dios porque el tiempo es hoy.

Hoy tienes muchas gentes y familias delante tuyo , tus generaciones, y por ellas para su salvación es cuando más es necesario invoques el nombre del Señor buscándolo ahí en lo secreto.

Dice Hebreos 12

" teniendo derredor nuestro tan grande nube de testigos"

Nuestra fe, si creemos o no, nos pone delante de la nube de testigos. Somos un final y un comienzo en nuestras líneas generacionales , un final de la incredulidad y un comienzo de caminar con Cristo y en él.

Pacientemente es correr la carrera porque lidiamos con nuestros propios procesos de sanidad de pecados pero también en el mundo la atmósfera es de pecado lo que produce peso sobre nuestras vidas y hogares. Dichos  ambientes pecaminosos resisten a Dios y no es tan abierto predicar en medio de ello pero se trata de creer y perseverar anunciando la palabra de Dios.

Cuando logramos entender que todo es por gracia y que la convicción es de su Espíritu cae el peso de nuestras espaldas y la carga de alcanzar a los que no conocen aún es más liviana porque la lleva Cristo. 

Sumergidos en Cristo podemos ser libre del pecado y poner nuestros ojos en Jesús , el autor y consumidor de la fe avanzando en la carrera de la vida.