CUANDO CAE ACEITE DEL CIELO

                                       CUANDO CAE ACEITE DEL CIELO

Tú eres mi lámpara, oh Jehová;

Mi Dios alumbrará mis tinieblas. 2 Samuel 22.29

Cuando las manos del Padre sueltan aceite santo es  un manto de luz que cae sobre nuestras cabezas que nos limpia y nos sumerge en su presencia, en los lugares espaciosos del Salmos 23.

Cuando el Padre inclina su rostro a nuestras almas cansadas y anhelantes de vigor cae aceite del cielo como bálsamo de renuevo y frescura.

Cuando nos unge el Padre con el aceite fino que emana de él mismo somos introducidos en su reposo, en su calma y es donde nuestras ansiedades encuentran fin convirtiéndose en aguas mansas que rebozan de tranquilidad y somos establecidos en esas corrientes de agua para ser pastoreados por él. 

El aceite brilla y hermosea nuestros rostros porque se llena nuestro espíritu de Cristo y cada trauma empieza a buscar la luz de su sanidad, cada vallado roto se restaura, cada muro caído es levantado con mayor gloria, puertas inestables sin bisagras son afirmadasy  se endereza lo torcido  por su Espíritu Santo que todo lo vivifica.

El aceite se derrama sobre  pensamientos, creencias y  emociones del alma nutriendo, separando, apartando  y sanando, quitando lo hueco, lo vacío y herido para transformar lo seco en manantial de vida.

El aceite remoja, humedece, ablanda, prepara y sensibiliza  los corazones endurecidos para oír la voz del Padre.

El aceite es una habitación, es manifestación de vida, es la expresión de la Gracia y Misericordia de Dios.

 

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