ENTENDER EN LOS TIEMPOS

ENTENDER EN LOS TIEMPOS Es importante conocer el tiempo de Dios, lo que llamamos Kairós, ese momento oportuno, el lapso adecuado, un espacio indeterminado donde sucede algo importante. Este vocablo Kairós y también cronos para “medir el tiempo” comenzó en Grecia. El concepto del momento Kairós o el tiempo Kairós, se originó en la práctica griega de tiro al arco, y representaba el momento en que el arquero encuentra la perfecta apertura para disparar su flecha y acertar la diana. Es entonces un espacio donde se abre una puerta, donde damos al blanco, donde hay un enfoque, donde nos alineamos a lo que Dios dice y no hay falla , porque justamente es cuando están dadas todas las condiciones para acertar la “flecha”. El Kairós sería ese espacio donde “haces foco” ”haces puntería” cuando ves donde disparar tu flecha” “cuando tu visión se conecta al blanco” y “todos tus sentidos se hacen uno para lanzar la flecha”. Claro que para lanzar la flecha el arquero estaba en la posición correcta y esto también tiene que ver con nosotros , porque si caemos de nuestro lugar o posición de hijos de Dios , no podemos hacer blanco, y el blanco es porque hubo un momento de “acierto” “de enfoque” de Kairós. La tribu de Isacar eran entendidos en los tiempos, porque oían al cielo y dependían de la voz de Dios. De los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos. 1 Crónicas 12.32 Cuándo estamos enfocados y conectados a Dios es cuando conocemos que Dios está haciendo y nos pasa que juzgamos más de una vez procesos propios y de otros por no conocer el tiempo de Dios, por no escuchar que está haciendo. Débora conocía el tiempo de Dios. Ella marcó una temporada de intercesión, profecía y guerra. Hasta que ella no se levantó no se levantaron los guerreros. Las aldeas y las armas estaban abandonadas y decaídas porque los guerreros, los campesinos y familias estaban bajo el yugo de opresión de los cananeos Jabin y Sísara. Los guerreros de Israel desaparecieron; desaparecieron hasta que yo me levanté. ¡Yo, Débora, me levanté como una madre en Israel! Jueces 5.7 “Hasta que yo Débora me levanté”, esta expresión nos marca “el ahora de Dios, ese de repente” que irrumpe más allá de nosotros y abre brecha de libertad. Ella estaba posicionada y logró conocer ese momento que era el momento exacto y justo para lanzar la flecha y dar en el blanco, el kairós de Dios, por lo que se levantó y mandó llamar a Barac. Débora tenía su oído pegado al cielo, al corazón del Padre, tenía relación con Dios y era entendida en los tiempos. Débora apasionada por Dios y llena de fe, le está diciendo: ¿Qué esperas para atacar , si Dios ya te entregó los enemigos en tu mano? Débora lo conecta a la fe de Dios, a su Palabra, a lo que Dios dijo. Lo conecta al tiempo de Dios.

Nuestra oración e intercesión nos conecta al Kairós de Dios, al tiempo de Dios. ¿Cómo sabemos que tiempo estamos viviendo como hijos de Dios, como familia o ministerio? ¿Cómo sabemos cuándo es tiempo de conquistar? Cuando nuestro ser completo está conectado al cielo, cuando nos enfocamos en Dios, cuando lo miramos a él, ahí conocemos el tiempo de Dios. Es tiempo que te levantes en tu hogar, en tu lugar, donde Dios te puso a orar e interceder, para que otros se levanten, porque tu oración a Dios es luz, y la luz ahuyenta las tinieblas, entonces la luz alumbra a otros y pueden ver, pueden oír porque ya las tinieblas no están. ¿Lo podes entender? Quizás en tu casa eres el único que cree a Dios y tiene que ver con que te toca orar y llamar la luz de Cristo, para que las tinieblas se disipen y puedan ver a Cristo. Débora marcó ese Kairós visiblemente. Como oyó y vio lo hizo. Busca el tiempo de Dios. Toma posición para que puedas “hacer blanco”. Dios es el único que puede ayudarnos. David decía:

Bendito sea Jehová, mi roca, Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra; Salmos 144.1 David sabía que Dios es quién nos marca su tiempo, su kairós, para lanzar la flecha y destruir el enemigo. ¿Qué flecha vas a lanzar hoy? De salvación, de restauración, de paz, de sanidad, de fe, de amor y tanto más. Dios te bendiga

ALTARES DE MÍ CORAZÓN

 ALTARES DE MÍ CORAZÓN

El profeta Elías como Dios le mandó, se escondió en el Arroyo de Querit. (1 Reyes 17) Habia tremenda sequia pero Dios le proveía comida y bebida, estaba tranquilo y cómodo hasta que se secó el arroyo. Le esperaban a Elias ciento cuarenta kilómetros aproximadamente para llegar a Sarepta de Sidón, (1 Reyes 17.9) donde Dios lo envía a morar allí y una viuda lo sustentará. Pasados tres años , recibe la orden de mostrarse al rey Acab y Dios haría llover sobre la tierra. (1 Reyes 18.1)

Pero antes había algo por realizar, confrontar los profetas de baal. Es cuando Elias dice a Acab "porque una lluvia grande se oye". (1 Reyes 18.41) Tremendo milagro de Dios usando la vida del profeta Elias. La lluvia se desató luego de confrontar los profetas de baal. Después de confrontar las voces de mentira y confusión, las voces de temor, las voces de muerte que separaban los hijos del Padre Eterno, lo que cerraba el cielo y el velo que no dejaba oír a Dios. El profeta confrontó y exhortó al pueblo: " hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos" (1 Reyes 18.21) Tuvo que romperse dentro de los corazones la idolatría, la división, la religiosidad es decir hacer por hacer huecamente y quebrarse la mentira. Es muy específico Elías: "Si Jehová es Dios, seguidle, y si Baal, id en pos de él' Había altares de adoración falsa en los hijos de Dios. El profeta les estaba diciendo que se decidieran, fuesen coherentes, si eran de Dios vivieran de acuerdo a Dios y no a Baal. El pueblo no respondió palabra. Que tremendo! Dios conocía y conoce nuestros corazones. ¿ Qué altares hay en tu corazón?

Hoy de pronto esperas un milagro. Una lluvia de paz, de perdón, de fe, de salvación y tanto más pero necesitas pasar por sobre los profetas de baal. Es romper altares de palabras de mentiras, dudas , confusión y desánimo que el mundo suelta y nos dejamos atrapar. Tiene que ver con vivir como a nosotros se nos ocurre, es decir cuando somos nuestro propio Dios, sin consultar a nuestro Padre Eterno, esto nos lleva a construir altar de soberbia, altivez e independencia de Dios. Dios respaldó a Elias porque su " legajo" era obediencia y confianza. Quizás hoy estás en Querit, o en Sarepta, o confrontando los baales pero no dejes de creer. La lluvia vendrá, el milagro será, pero se trata de que arregles tu altar para Dios en tu corazón. Confìa. Dispone tu vida a Dios. Él es cuidadoso para derribar y construir. Él te guiará a quitar lo falso para se establezca la verdad de él. Pero sigue creyendo mientras atravieses el proceso. Dios es bueno. Dios te bendiga

Y CUANDO OIGAS

                                                           Y CUANDO OIGAS

Te pasa que recibiste la promesa de Dios , caminas en ella pero todo es más difícil? Así le pasaba a David. Fue reconocido rey sobre Israel pero los filisteos vinieron contra David. Se cumplió la promesa , David rey sobre Israel, pero los enemigos insistiendo en frenar el propósito. Así nos pasa a los hijos de Dios. Recibimos una promesa o una palabra y empiezan conflictos porque el enemigo no quiere que se extienda el reino de Dios. El enemigo se refuerza y renueva. Los filisteos fueron derrotados y hasta quemó David y sus hombres, sus ídolos, pero los filisteos volvieron. Podríamos pensar que estaban vencidos? Desmoralizados?

Sus ídolos habían sido quemados pero esto no los detuvo, volvieron y se formaron otra vez. Cuando pienso que sus ídolos fueron quemados y volvieron pienso cuando está escrito que se limpia la casa pero hay que estar atentos porque vuelven siete peores. David consultó a Dios. Quizás los filisteos creían ya saber cómo el pueblo de Dios los atacaría pero Dios cambia la estrategia. Le responde a David: Y cuando oigas ruido como de marcha por las copas de las balsameras, entonces te moverás; porque Jehová saldrá delante de ti a herir el campamento de los filisteos. 2 Samuel 5.24 Dios lleva a David aún a más dependencia de su voz. Tenía que oír "el ruido como de marcha" y recién ahí moverse, en el momento preciso porque Dios saldría delante a herir los filisteos. Dios conoce al enemigo que nos ataca. Dios sabe cómo vencerlo. Dios nos cambia las estrategias porque él sabe todo y lo ve todo. El consultar a Dios, oír y obedecer es clave para ganar las guerras. Es esperar el tiempo de Dios, cuando Dios dice ahora! Cuántas guerras hay delante tuyo? O cuántos filisteos? Es ir y consultar a Dios. Cambiar la estrategia. A veces Dios usa lo que no imaginamos para ayudarnos a vencer. Ser diligentes en oír al Padre fue lo que desató la victoria. Dios pelea con nosotros y por nosotros es por lo que es bueno oír para que el vaya delante nuestro. ¿Hoy quien va delante tuyo?¿ Quién te da estrategias de guerra? David estaba viviendo la promesa de Dios después de tanto tiempo y adversidades pero aún así el enemigo no dejó de insistir. No nos acomodemos. Debemos estar atentos. Dios te bendiga

BEBEMOS DE TUS AGUAS SEÑOR

 

BEBEMOS DE TUS AGUAS SEÑOR

Hay temporadas de sequía en el espíritu, en el alma que lo manifestamos en nuestro cuerpo, siempre cansados y desganados. El espíritu se seca y nos marchita el alma, los pensamientos se estancan y no podemos avanzar en nada. Reflexionaba en esto: Nuestro sanador y restaurador es Dios siempre pero también un corazón humilde es más poderoso que una sequía, que las plagas, que una peste y mucho más. Humildad tiene que ver con aceptar el tiempo que nos toca vivir, con paz en el corazón y aceptando quien es Dios y nuestra posición de hijos. También se trata de aceptar su voluntad sin quejas, ni manchas ni arrugas, aceptando la necesidad de oír su voz. Recibir de Dios lo que él ya decidió para nuestras vidas aunque no nos guste. ¿Que proceso no te gusta pasar? ¿Dónde hay sequía en tu vida?

La mansedumbre y la humildad son dos armas de guerra, porque nos permiten escondernos en Cristo, nos hacemos uno con él y la carga la lleva él. Dios no desprecia al humilde. Quizás hoy humildad para tu vida es reconocer que solo no has podido y necesitas a Dios. Que hay procesos estancados, semillas que necesitan humedad para germinar, que hay sequía en tu corazón porque te alejaste de la fuente de agua eterna. De pronto hay situaciones que no esperabas y es porque tus oídos se secaron y no oyes la voz de Dios guiandote. Sea lo que sea que esté delante nuestro y nos toque vivir, cuando nos humillamos reconociendo a Dios sobre toda las cosas , él mismo Dios nos abre los cielos. Abre las adversidades y los conflictos en nuestras mentes y en nuestros hogares se disipan. Lo buscamos a Dios entendiendo que sin él nada somos ni podemos y Dios mismo quita la confusión, la incertidumbre y los temores. Aceptamos sus tiempos y él abre el cielo dentro nuestro, nos llena de vigor el alma y nos expande en fe. Dios es nuestro sanador. "Ahora" dice Dios. Cuando nos humillamos viene ese "Ahora de Dios" Ahora Dios te escucha y está atento para responder tu oración. Dios te bendiga

"Si yo cerrare los cielos para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo; si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. Ahora estarán abiertos mis ojos y atentos mis oídos a la oración en este lugar; 2 Crónicas Amèn Padre, buscamos tu rostro.

¿CUÁLES SON TUS PRIORIDADES?

 ¿CUÁLES SON TUS PRIORIDADES? Parte I

Entonces vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: ¿Es para vosotros tiempo para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta cada está desierta? Hageo 1. 3 y 4 Habia llegado después de largo tiempo el momento de reconstruir el templo. Después de tanto Esdras, Hageo y Zacarías animaban a los hijos de Dios para no cayeran presos de las amenazas del enemigo y siguieran construyendo los muros y el templo. Lo primero que se levantó fueron los muros. ¿Cómo estan tus muros? Tus muros del corazón? De tu alma? Están los muros de protección levantados? Firmes? El pueblo llegó y al ver todo el trabajo que era edificar otra vez el templo se desanimó. Los profetas Hageo y Zacarías les animaban constantemente. Pero el pueblo pensó en si mismo, en construir primero sus propias casas. (Hageo 1.4) ¿Primero pensamos en nuestros planes? ¿Y no en lo que Dios dice? ¿Será más fácil arreglar lo externo y no lo interno? Cuándo tenemos que cambiarnos de ropa, es más fácil que cuando debemos romper formas viejas y estructuras dentro nuestro. Dios quería el pueblo cambiara su mentalidad, su manera de pensar y vivir. Venían de cautividad dónde aprendieron esa forma de vivir como cautivos por lo que cuando llegan para construir el templo para adorar a Dios piensan primero en sus comodidades, en sus propio bienestar, cuando todo viene de Dios. ¿Piensas más en tu casa sea linda , grande y bella que en tu corazón para adore a Dios? ¿Te esfuerzas más en tener impecable tu casa y muebles y no limpias tu corazón? Tremenda es la exhortación de Dios usando al profeta Hageo. Dios nos llama a mirarnos a nosotros mismos ( yo primero) a evaluar las prioridades de nuestro día a día. En que pensamos más?, que lugar ocupa Dios en nosotros? Es primero Dios? Es el ser hijo? O el hacer para ser hijo?

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Sin muros el enemigo entra a nuestra vida y nos quita la fe y caemos en desanimo. Lo primero es levantar muros de oración, intercesión, adoración, alabanza y gratitud para poder volver a preparar nuestro corazón a Dios, para el habite, quitando los deseos que no vienen de Dios. Dios te bendiga Oramos: Padre en el nombre de Jesús, gracias por que nos llamas a mirarnos para así darnos más de tu presencia. Ayúdanos a mirarte a ti para ordenar nuestras prioridades y edificar el templo de nuestro corazón para ti. Aceptamos que hoy es tiempo de mirarnos y examinarnos, quitando todo propósito falso para sea tu propósito en nuestras vidas. Te amamos Dios. Amén.

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