SE ALEGRA EL JUSTO

 

                                                      SE ALEGRA EL JUSTO

El salmista presentaba su queja a Dios , ya cansado de la persecución del enemigo, enemigo que que primeramente era su temor al enemigo y después el enemigo.

Se entiende?

Más de una vez nos encontramos que nuestro enemigo es nuestro propio miedo, temor e intimidación. 

Te pasó que te cuentan algo que pasa o pasó a otros o lejos, y sientes miedo? Eso te genera miedo?

Como que el miedo se hace presente primero, pero sabés que tenemos un diseño perfecto para quitar el miedo y el temor de nuestro interior, de nuestra mente y pensamientos, es el amor,  el amor de Dios.

Cree en el amor de Dios, nutrite de ese amor, confía en su amor y el temor huye.

El enemigo es real. David describe en este Salmos las dinámicas de las tinieblas,  el seguimiento a los hijos de luz, a los hijos de Dios buscando en su pasado( iniquidades) v.6, y  creencias, y en lo que piensan algo, para que caigan en los lazos de  muerte.

Escóndeme, clamaba el salmista. Nuestra salvación y victoria es escondernos en él, y cómo? Cómo sé que estoy bajo su abrigo? Cuando confío estoy en él, bajo su cuidado. Cuando entrego todo temor, queja, miedo al Padre. Cuando me sincero como en este Salmos 64 lo hizo David, clamando por ayuda, y claro que esto no es doctrina,  hay tantas manifestaciones de estar guardados en él, pero lo que quiero dejarte es que nos conviene confiar , confiar en que Dios nos ama y por ese amor nos guarda y esperar en él, que él se hace cargo de nuestros enemigos. 

Te animo a leer este Salmos 64.

Medita cada versículo y oro seas consciente de cómo el enemigo anda como león rugiente. De  cada trampa, cada lazo, cada falso consejo y demás que el enemigo usa para cautivarte.

Entrega  todo a Cristo, pon tu confianza en él y ora  para te alegres en Jehová, por sus poderosos hechos.

Porque nada hay escondido delante del Padre, nada escapa de él.

Dios bendiga tu vida🙏🏻

 Se alegrará el justo en Jehová, y confiará en él; Y se gloriarán todos los rectos de corazón.

Salmos 64