CORAZÓN INTERCESOR

 

CORAZÓN INTERCESOR

Moisés fue perseverante en presentarse a faraón una y otra vez. Cada presentación el corazón de Moisés iba siendo transformado en un corazón intercesor que ardía cada día más por amor al Padre y por la tarea a la que había sido comisionado.

Sólo obedecía y perseveraba en interceder sostenido por la gracia de aquel que lo había llamado creyendo que era fiel y verdadero para cumplir su palabra. Tantas veces en nuestras vidas nos encontramos con corazones endurecidos delante nuestro, pero al primer intento, ya nos cansamos, nos quejamos y más de una vez abandonamos cuando tenemos un Dios que su palabra es el martillo que quebranta la piedra y si lo prometió lo hará, sólo que es necesario perseverar y entrenarse para los próximos pasos de fe en confianza que vendran. Gran desafío atravesaría Moisés el de abrir el mar. No lo sabía que pasaría. Lo poderoso que ya había entrenado su corazón para interceder, para creer, para confiar para Cristo vencería. Dios ama cuando como guerreras de él intercedemos por pasión a su obra, porque amamos lo que él ama y aborrecemos lo que Dios aborrece. Cuando defendemos las causas de Dios de rodillas , firmes en la brecha. El intercesor vive un continuo interceder pegado al corazón del Padre. Te has preguntado cuántas veces has insistido en oración confiando, intercediendo por una situación? Has perseverado en fe y confianza? Pensaste que lo difícil de hoy es un puente a más? Hay largo camino aún por recorrer y debemos ser entrenados en fe y perseverancia para abrir, mares, por eso nuestro corazón es el primero en transformarse y ablandarse para ser sensible a la voz de Dios y obedecer. En Moisés su corazón ya no era espectador de la zarza ardiendo. La zarza ardía en él, había poder de Dios en él, fue transformado en un adorador que él Padre se manifestaría a través de él. Un corazón intercesor abre el mar, porque cree y confía que el que lo llamó es fiel y verdadero para cumplir su palabra.

Los procesos intensos aunque intensos sí nos revelan quién es Dios y nos entrenan a caminar en fe perseverando y confiando, entendiendo que somos primeros transformadas nosotros, nuestro corazón es el que primero es cambiado, es en nosotras donde primero se rompen límites e incapacidades luego el Padre suelta poder para que con nuestra intercesión se abra el mar, la intercesión del Hijo en nosotros. Faraón siempre responde a Dios. Fue instrumento de entrenamiento para Moisés. Es un instrumento para entrenarte a vos. Oro que puedas ver las adversidades como oportunidades de crecimiento en fe y perseverancia, para seguir la carrera, a alcanzar aquello para lo cual fui alcanzado , como decía Pablo. (Filipenses 3.12)

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