Es nuestra confianza en Dios que quita toda preocupación toda dinámica de pre - ocuparnos , es decir de ocuparnos antes que suceda.
Tiene que ver con acciones que hacemos, es decir, nos ocupamos nosotros antes que suceda.
Se trata de ansiedades y temores, por pensar que algo no salga bien y por ese temor que algo malo acontezca me adelanto, me ocupo yo, es decir me pre- ocupo con pensamientos, emociones y acciones que desgastan, angustian y turban el corazón.
Nuestra confianza y fe en él nos da descanso al alma porque no necesitamos actuar antes que suceda, por que nuestra fe , que es nuestro escudo, detiene y apaga los dardos, las dudas e intimidaciones del enemigo.
Cuidamos nuestro corazón y se activan los depósitos de fe y confianza que el Padre depositó en nosotros.
Poco después, Jesús les dijo a sus discípulos: —No se preocupen. Confíen en Dios y confíen también en mí.
Juan 14:1 TLA
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