JESÚS TE ESPERA A LA ORILLA

 

                                 JESÚS TE ESPERA A LA ORILLA

Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios. 2 Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. 3 Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. 4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. 5 Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. 6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. Lucas 5

La gente se reunía , se congregaba, se agrupaba para oír la palabra de Dios junto al lago Genesaret donde estaba Jesús que vio dos barcas, dos pescadores, dos vidas, dos corazones y escogió uno para revelarse: el corazón de Simón. 

Jesús vio a Simón y vio un corazón endurecido, escaso en fe, enojado seguramente y frustrado porque no había pescado nada en la noche y su realidad era esa. No pude pescar, no tengo provisión, perdí tiempo para nada, pasé sueño para nada , dónde esta Dios y más serían los pensamientos de Simón. No sabia Simón que a la orilla Jesús lo estaba esperando con palabra , con bendición, con amor y cobertura,  Jesús, lo  esperó a este varón que saliera de las aguas porque  en sus propias fuerzas y a su forma quería ser bendecido  para revelarse a su espíritu.

Simón traía desánimo y al bajar se encuentra con palabra de Dios, que causalidad, dos realidades delante de sus ojos, una barca  y redes vacías y un hombre esperándolo para pedirle "su todo" para convertirlo en instrumento de gloria a Dios.

Enseño Jesús desde la barca de Simón, estuvo su presencia sobre la barca, y la barca era lo que tenía el pescador como todo, como generador de provisión y es Jesús quien toma esa barca como púlpito y desde ahí predica a tantas personas reunidas ahí y Simón también estaba ahí oyendo palabra de Dios.

Luego Jesús lo envía a las aguas  profundas, bien adentro, para Simón pudiese verse él mismo su corazón. Simón dice "apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador"

al ver tantos peces  expone  su pecado, creo se confronta con su incredulidad, ahora creía Simón porque la fe del Hijo estaba en él.

Nos pasa cotidianamente como Simón esta realidad de creer que fue en vano el camino recorrido, pero fue esa circunstancia, de no pescar nada, que provocó que Jesús esperara a Simón en la orilla, porque no ha sido en vano su tarea  como no es en vano tu recorrido buscando más de Dios, tu tarea, tus oraciones, tu espera en su palabra, el Dios que todo lo ve, te está mirando y esperando y él va a revelarse a tu vida.

Nuestro Dios nos espera que salgamos de nuestros propios planes, de nuestra búsqueda de provisión y demás. Nos espera para que seamos sumergidos en sus aguas , corazón adentro, para ser fortalecidos, bendecidos por su palabra y llenarnos de fe para creer que el es más que suficiente. 

 

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Gloria Cena Abuter | Facebook