ALABANZA CON PODER

                                                                 ALABANZA CON PODER

Voz de Jehová sobre las aguas; Truena el Dios de gloria,

Jehová sobre las muchas aguas.

4 Voz de Jehová con potencia;

Voz de Jehová con gloria.

Salmos 29

Cuando suelta la  voz el poderoso Dios  se encienden los pábilos que humean, se aviva el fuego en los altares de los hijos, arde la pasión por su presencia, el deseo intenso de disfrutar su majestad, de conocer aún más su nombre, ese que es sobre todo nombre, se enderezan los caminos y donde había tinieblas se convierte a luz.

El soplo de vida que sale de la boca Padre Eterno  despierta del letargo las vidas y reciben el Espíritu vivificante saliendo de todo encierro y pozo de desesperación.

El rey David lo sabía y conocía que la voz de Dios  traía a vida lo muerto y que  se manifestaba en medio de sus canciones, de sus oraciones,  de sus palabras de honra, de su danza,  de sus salmos, de su alabanza  rompiendo cárceles del alma, abriendo puertas antiguas y desmenuzando cerrojos de hierro  porque el Señor se le reveló como el Santo que habita en las alabanzas de su pueblo. 

David, el salmista,  no alababa en grandes y pomposos escenarios, su plataforma era su propio corazón, su escenario era su vida,  y su público era su alma, que al oír bendecía a su Creador, él lo dijo: bendice alma mía a Jehová..... 

David le enseñaba a su alma a alabar al Señor, una y otra vez animaba a su mente y pensamientos evocar al Señor. David no dejaba que su recuerdos de Dios y sus proezas se convirtieran en cenizas, él activaba su memoria invocando las grandezas del Eterno Dios. El dulce cantor de Israel no contrató con el olvido, no permitía su alma envejezca por falta de alabanza.

El rey David experimentó el diseño y gobierno de la voz del Señor pero también de la propia cuando dijo: Cuando callé se envejecieron mis huesos... 

Con su alabanza ardía el altar del sacrificio y la voz de Dios gobernaba. Tantas victorias Dios le entregó que peleó en campos de batalla, pero primero las venció con alabanza y gratitud al Señor.  

El Señor nos despoje de lo que encierra un concepto, una forma, un modelo  y nos lleve a alabarle genuinamente, si también cantando, pero nos revele aún más el Padre el poder que sale  en la alabanza de los hijos.