DEBORA
VASO FRÁGIL DE DIOS
Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, mujer de Lapidot; y acostumbraba sentarse bajo la palmera de Débora, entre Ramá y Bet-el, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio.
Jueces 4- 4 y 5
LOS PLANES NO SON FRUSTRADOS
Cuando Dios decide no hay quien pueda frenar su propósito porque los planes de Dios no pueden ser frustrados. Dios como rey y juez soberano gobierna sobre todo.
Pero los planes del Señor se mantienen firmes para siempre;
sus propósitos nunca serán frustrados.Salmos 33.11
Dios escogió lo vil , lo simple y común para avergonzar a los que se creen sabios. Que difícil en la antigüedad era darle lugar de gobierno a una mujer y poder aceptar una posición de autoridad, claro que sólo Dios podía hacerlo, como lo hizo con Débora y aún más. El eterno y poderoso Dios mostrando su corazón compasivo y tierno con sus vasos frágiles. Somos vasijas frágiles para nuestro Dios!
Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo. 1 Pedro 3.7
Dios, como sabio que es, escogió una mujer valiente y decidida, Debora, temerosa de Dios y que amaba lo que Dios amaba. Le confió autoridad y gobierno sobre su pueblo Israel estableciendo verdad sobre su desempeño y sus funciones. Nada pudo detener lo que Dios había depositado en Débora, una unción de poder y valentía. Una mujer que se formó como guerrera en intercesión a solas con Dios y cuando llegó el tiempo de manifestar su valentía Dios estuvo con ella.
Débora no usurpó ni tomó el lugar de nadie, ella escuchó el llamado de Dios y fue obediente. Era esposa y si no hubiese tenido una vida de orden , sujeción y honra a su esposo no podría haber logrado cumplir un propósito tan tremendo. Débora conocía la sujeción y sumisión a Dios, pero no era una mujer sometida, tenía claridad lo que era ser sujeta y no sometida, es decir forzada y esclavizada. Débora vivía la libertad de Dios.
Veinte años oprimido el pueblo de Dios por Sísara, el comandante y capitán del ejército del rey de Canaán, llamado Jabin, y no hubo otro corazón que Dios hallara humilde y dócil como el de Débora, para depositar una unción de unidad y poder. Ella se levantó como madre , dice Jueces 5.7, en Israel queriendo proteger y mantener unido al pueblo a pesar de que no hacían lo bueno delante de Dios. Su oración era un escudo para Israel.
Era jueza , intervenía, mediaba, solucionaba conflictos, traía verdad y coherencia al pueblo ayudándolos a caminar en lo recto y mucho más desempeñaba Débora manifestando visiblemente su posición de intercesora, de estar al medio, buscando la voz y dirección de Dios para establecer sus diseños. Ella lograba que se viviera en paz a pesar de lo maltratado que vivía el pueblo de Dios bajo la opresión cananea.
Si fuéramos conscientes del poder que desata una oración apartaríamos más tiempo para hablar con Dios.
Qué bueno saber y ser conscientes que tenemos nuestro Dios, que es Jehová de los ejércitos , sí , de todos los ejércitos porque él es soberano sobre todo ejército. No hay un cargo o grado mayor que el de Dios. Todo lo que existe está bajo el gobierno de Dios.
Josué lo vivió en carne propia:
Cuando Josué estaba cerca de la ciudad de Jericó, miró hacia arriba y vio a un hombre parado frente a él con una espada en la mano. Josué se le acercó y le preguntó:
—¿Eres amigo o enemigo?—Ninguno de los dos—contestó—. Soy el comandante del ejército del Señor.
Entonces Josué cayó rostro en tierra ante él con reverencia.
—Estoy a tus órdenes—dijo Josué—. ¿Qué quieres que haga tu siervo?
El comandante del ejército del Señor contestó:
—Quítate las sandalias, porque el lugar donde estás parado es santo.
Y Josué hizo lo que se le indicó.
Dios siempre está de nuestro lado y estaba del lado de una jueza, profetisa, que gobernaba Israel: Debora. Nada frenó el propósito de Dios en esta mujer. Tremenda unción y llamado porque hasta que ella no se levantó no se levantaron las aldeas y los guerreros. (Jueces 5.7)
¿Cuántas veces no pudiste dar un consejo por temor? ¿Cuántas veces fuiste desafiada a más, como Débora, y te quedaste en tu propia comodidad y seguridad?
¿Oyes a Dios?
¿En tu hogar eres esa mediadora que trae justicia y paz?
ENTENDIDA EN LOS TIEMPOS
Débora era una mujer apasionada por Dios.
Jueces 4:5 dice: «Ella tenía su tribunal bajo la Palmera de Débora, entre Ramá y Betel, en la región montañosa de Efraín, y los israelitas acudían a ella para resolver sus disputas».
Débora era una mujer de gran sabiduría, revelación y discernimiento. Además era una profetisa lo que le permitía conocer los tiempos del Señor. Ella oía nítidamente la voz del Señor.
Mandó a llamar a Barac, líder del ejército de Israel, - Jueces 4.6- y le pregunta , en una palabra le dice: ¿Qué estás haciendo ahí quieto? ¿Qué te dijo Dios? ¿Has oído la voz de Dios?.
Debora tenía su oído pegado al cielo, al corazón del Padre, tenía relación con Dios y era entendida en los tiempos. Conocía a Barac, que no actuaba diligentemente, necesitaba ser motivado para tomar decisiones por lo que ella lo manda a llamar para decirle que Dios le hablaba y lo estaba enviando para darle la victoria sobre los cananeos que oprimían desde hacía veinte años a Israel.
Debora apasionada por Dios y llena de fe, le está diciendo: ¿Qué esperás para atacar , si Dios ya te entregó los enemigos en tu mano?
Débora lo conecta a la fe de Dios, a su Palabra, a lo que Dios dijo.
¿Será que a Barac no le pareció bien que una mujer le diera instrucciones?
Débora conocía el tiempo de Dios, ella marcó una temporada de intercesión, profecía y guerra. Hasta que ella no se levantó no se levantaron los guerreros.
Las aldeas y las armas estaban abandonadas y decaídas porque los guerreros estaban bajo el yugo de opresión de Jabin y Sísara.
“Hasta que yo Débora me levanté”, esta expresión nos marca “el ahora de Dios, ese de repente” que irrumpe más allá de nosotros y abre brecha de libertad.
Barac, no le dice : “gracias por traerme palabra de Dios o por confirmarme lo que recibí”, Barac le dice: “Sí tú fueres conmigo, yo iré”: “pero si no fueres conmigo, no iré”
¿Y si Débora no iba con él?, porque ella como jueza podría haber decidido no ir y quedarse ahí en su lugar, si al que Dios enviaba era a Barac.
La orden de juntar las tribus y la estrategia era para Barac, ¿qué hubiese pasado?, ¿ de quien era la desobediencia?
Tanto el amor de Debora por Israel, que decide ir a la guerra y sube al campo de enfrentamiento luego que Barac junta diez mil hombres a su mando subiendo al monte de Tabor.
Barac tenía la victoria segura porque Dios le había hablado que entregaba a Sísara, sus carros y ejército en manos de Barac pero él, aún no lograba entenderlo ni tomarlo como verdad firme y sólida porque estando los cananeos reunidos para atacar otra vez es Debora que debe hablar otra vez a Barac enviándolo a atacar porque ella veía lo que creía, que Dios estaba delante y quebrantaría a Sísara.
Esta mujer conocía a Dios, sabía cuando Dios movía su mano a favor de su pueblo.
¿Eres fiel al llamado de Dios? ¿Tus guerras las pelea primero el Señor?
¿Das prioridad a los planes de Dios en tu vida?
¿Sos de animar a otros y conectarlos a la fe en Dios?
¿Cuándo recibes palabra de Dios la entregas, en orden y sujeción?
¿Bendices a otros con lo que Dios te habla?
INTERCESORA DE DIOS
Barac le respondió: Si tú fueres conmigo, yo iré; pero si no fueres conmigo, no iré.Ella dijo: Iré contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara. Y levantándose Débora, fue con Barac a Cedes. Jueces 4.8
Débora como jueza era testigo de cómo vivía el pueblo oprimido, en conflictos, confundidos, llenos de pleitos y tanto más porque habían desobedecido y Dios los había entregado a Jabin, rey cananeo. No fue para siempre la adversidad.
Una mujer oraba y clamaba día trás día, En medio de todo ese caos que vivían Dios en lo secreto preparaba otra mujer, Jael, para mostrar su gloria, en una estaca.
No son eternas las aflicciones. Un día Dios, cuanto menos lo esperas, levanta bandera de victoria y libertad sobre tu casa. Quizás hoy es puro pleitos y discordias, como Israel en ese tiempo, clama como Débora y eso que oprime a tu casa caerá delante de Dios.
Dios quizás deseaba que Barac obtuviera gloria en esa guerra, para afirmar su confianza pero, él desafía a Débora que lo acompañe. La misma Débora le dice que la gloria o la fama será de una mujer.
Lo que Dios quería hacer usando su vida lo hará igual, porque Dios no depende de nosotros , él siempre se provee. No somos indispensables para Dios.
Dios no va a obligarte a que le sirvas. Pero quien pierde la oportunidad somos nosotros. ¿Recuerdas haber perdido oportunidades en tu vida?
Débora no pretendía llevarse la gloria de Dios , sólo deseaba se cumpliera la palabra de Dios de vencer los cananeos.
Barac pone en una situación a Débora de que demuestre su valor y entrega al reino cuando le dice: “ si vos no venis conmigo, no voy”
Débora es confrontada por este líder que la pone en una encrucijada, o iba al frente con él a la guerra o se quedaba.
Si Débora se quedaba seguramente Barac hubiese dicho: ¿que ella tuvo miedo?...
Ella era una intercesora fiel y obediente a los diseños de Dios que aún conociendo que el pueblo era oprimido por hacer lo malo ante Dios, ella siguió su tarea de jueza , recibiendo al pueblo para ayudarle a resolver conflictos y oía a Dios porque ella clamaba por Israel, por eso supo que Dios ya había entregado a Sísara en manos de Barac.
Débora no se dejaba influenciar ni apresar por el miedo. Para Débora la palabra miedo no existía. Era una adoradora, guerrera, intercesora, profeta y sobre todo hija temerosa de Dios , que cuando tuvo que decidir , decidió por los planes de Dios por eso acompañó a Barac.
¿Cuáles miedos te frenan?
Débora había ganado la guerra en intercesión, orando y clamando delante de Dios, por lo que ella emprende rápidamente ir a la batalla y al frente con Barac. Su oración era por los hijos de Dios y Dios la exalta.
Su intercesión posicionó a Jael, en la tienda a tiempo, para cuando llegara Sísara lo recibiera y con valentía le clavara la estaca en la sien dejándolo muerto. (Jueces 4.22)
La intercesión de Débora abrió la brecha primero de fe para creer y por esa brecha entró Barac para enfrentar a Sísara.
Tu intercesión es importante, marca un antes y después, abre brechas , abre camino de fe y poder de Dios, para que otros conquisten y oigan al Señor.
Tu oración abre brecha de luz a tus generaciones para que no sean confundidas y conozcan al Dios verdadero. Tu clamor abre puertas que otros no pueden abrir.
¿Cómo supo Jael, esposa de Heber Ceneo, que hacer con Sísara? Se trata que entró a la brecha de fe que unía cielo y tierra que había sido abierta por Débora en intercesión, en intimidad con Dios.
¿Por qué Sísara pidió ayuda sin pensar que le esperaba la muerte?
Porque los lazos de libertad que se sueltan cuando se ora , cautivan al enemigo, lo atrapan desarmándolo y dejándolo rendido ante Dios.
David con sus salmos y oraciones había ya vencido a Goliat en su corazón. Nuestra intercesión como hijos de Dios es un arma de guerra.
“Hasta que yo Débora me levanté”, ¿puedes entenderlo? Débora se levantó y cayó el enemigo.
Te toca levantarte en oración. Débora le marcó el tiempo al pueblo de la libertad. Los que oprimían llegaron hasta que Débora se levantó y cuando ella se levantó se levantaron los guerreros y llegó la libertad de Dios.
Los guerreros de Israel desaparecieron;
desaparecieron hasta que yo me levanté.
¡Yo, Débora, me levanté
como una madre en Israel! Jueces 5.7
¿Cuánto tiempo inviertes o siembras intercediendo por los asuntos de Dios? ¿Oras más por tus propios intereses o por los del reino?
¿Dejas tus miedos a Dios? ¿Renuncias a tus propios temores?
¿Crees que tu intercesión marca un antes y después? ¿Qué no te deja creer?
¿Qué brecha vas abrir con tu intercesión? ¿Qué puerta se abre hoy con tu clamor?
Si lo crees darás testimonio del poder de una oración, tu oración abrirá esa puerta que por años nadie pudo abrir. Te levantas en oración e intercesión y se levanta tu casa en adoración a Dios.
No olvides que Dios a quien servimos es fiel y verdadero.
NUEVO DESPERTAR
»¡Despierta, Débora, despierta!
¡Despierta, despierta y entona un cántico!
¡Levántate, Barac!
¡Llévate a tus cautivos, hijo de Abinoam!
Jueces 5.12
Con la victoria tan extraordinaria del Señor sobre los cananeos , Débora y Barac cantan al Señor. Esta mujer que Dios usó para inspirar al pueblo a la guerra, conoce el poder de alabar a Dios y darle gloria. Realmente una mujer consagrada a su ministerio. Una guerrera que supo administrar sus tiempos en Dios, tenía su esposo, Lapidot, pero ella disponía su vida para ser jueza y voz de Dios para Israel.
Más de una vez como hijos de Dios ponemos la familia como excusa , para tapar nuestra poca fe y desgano de servir al Señor.
Somos administradores también de lo que conocemos como tiempo. Nosotros mismos debemos procurar nuestro tiempo para Dios. Cuando disponemos el corazón a Dios , él mismo se ocupa de ayudarnos a administrar nuestros tiempos.
“Despierta, despierta, Débora", dice el canto de ella y Barac, pero ¿despertar a qué? Ella está despertando a un nuevo tiempo de libertad, de revelación del poder de Dios , a caminar con Dios diferente y a despertar a otro nivel de fe. Ella creyó que Dios les daba la victoria, pero no imaginó cómo sería. Ella se decía así misma: “No es un sueño, es real, vencimos a Sísara”
Tantas cosas nos cuesta creer que Dios lo hará y tiene que ver con que nosotros nos condicionamos con nuestros propios pensamientos de como debería hacerlo Dios. Nos condicionamos y cuando Dios rompe nuestra “verdad” nos cuesta creer y es cuando debemos despertar a lo nuevo de Dios.
Tremenda experiencia en Dios guardaba Débora, que necesitaba despertar para ser consciente de esa verdad palpable que había presenciado porque hasta las estrellas pelearon desde sus órbitas contra Sísara y el mismo torrente del arroyo Cisón peleó a favor del pueblo de Dios. Jueces 5.20
Quizás Débora no lograba asimilar la victoria de Dios, necesitaba despertar a la revelación nueva , de que no es con fuerza de hombre , sino con su Espíritu. Está intercesora estaba impactada por el poder de Dios, necesitaba romper estructuras y fórmulas, porque no esperaba que Dios usara lo impensado para entregar la victoria a su pueblo.
Débora pensó que la guerra sería de otra manera pero fue como Dios lo decidió, una victoria milagrosa.
Siempre es como Dios dice. La voluntad de Dios se establece y genera poder.
Débora se llamaba a levantar la voz cantando para el Señor y anima a Barac a levantarse como sello de la poderosa victoria de Dios.
Cuarenta años reposó la tierra, desde ese día, que trajo un despertar nuevo a Débora. Rompió limitaciones Dios, mostrándose como un Dios de lo imposible.
Débora vaso frágil en las manos de Dios pero punta de lanza frente al enemigo y así nosotras, somos vasijas especiales y sensibles con Dios, pero con el enemigo somos punta de lanza que abre brecha, como abrió Débora.
Hasta que Débora no se levantó no se levantaron los guerreros. Es tiempo que te levantes y despiertes al llamado de Dios a interceder y clamar, para tu casa se levante.
Recuerdas los huesos secos y resultó ser un ejército de Dios que por la voz del profeta tuvieron vida y se pusieron de pie. Te toca a vos, interceder y profetizar vida. Despierta y levántate como Débora.
¿Cuándo recibes lo que tanto oras das gracias a Dios y presentas altar de oración de gratitud a su presencia?
¿Tu corazón está expectante de lo nuevo de Dios? ¿Será que necesitás despertar a una nueva revelación del poder de Dios?
¿Esperás lo impensado , lo que no imaginás,que Dios pueda usarlo para bendecirte?
Bendiciones y saludos
Soy Gloria Cena Abuter de Argentina, esposa, mamá y abuela, apasionada por dar de gracia lo que que recibi de Dios por gracia.
Mi objetivo es sumar un poco más en tu ayuda para que conozcas a Dios y crezcas en su Palabra.
Más de veinte años escribiendo devocionales pero en 2019 empecé a publicar en redes, buscando con gran anhelo alcanzar para Cristo aquellos que no lo conocen y ser de bendición al cuerpo de Cristo.
Hoy anhelo este estudio bíblico nutra tu vida de fe y pasión por buscar más de Dios. Genere hambre y sed por Cristo.
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