BRASAS PUESTAS
Quién mejor que Jesús para prepararnos un delicioso desayuno!!
La gracia eterna de Dios dándoles de comer . Venían de una noche larga sin pescar.
Cuando amanecía Jesús se hace presente pero ellos no sabían que era Jesús y les dice donde tirar la red . Siguiendo ese consejo llenaron las redes.
Me gustaría meditar y hacer foco en este momento , el versículo 9, cuando ellos finalizan la tarea y ahí esta el Señor con brasas, pescado y pan.
Tremenda manifestación de la provisión del Padre manteniendo el fuego encendido, el pescado sobre las brasas y el pan.
Está escrito esto de no afanarnos pero más de una vez no descansamos ni dormimos pensando que haremos al otro día cuando tenemos a Dios que se hace cargo de nuestro cansancio y él mismo nos provee.
Ni siquiera debieron los discípulos encender el fuego, estaba todo listo y completo el desayuno, la comida para fortalecerse después de esa noche de frustración por no lograr pesca alguna.
Dios es nuestro consolador, quien provee, él que nos renueva y el que dijo : todos los cargados y cansados vengan a mí y yo los haré descansar.
El calor de las brasas quitó el enfriamiento de sus corazones, de sus manos y cuerpos, el pescado asado sació el hambre y el pan fortaleció sus almas.
Cuanto más hace Dios con nuestras vidas. Las brasas ya están puestas y él mismo se provee. El mañana también es de Dios!
Al descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan. Jesús les dijo: Traed de los peces que acabáis de pescar. Subió Simón Pedro, y sacó la red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres; y aun siendo tantos, la red no se rompió. Les dijo Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor. Vino, pues, Jesús, y tomó el pan y les dio, y asimismo del pescado. Juan 21.9 al 13